Teníamos una "caja mágica" en la que se encontraban diversos objetos: marionetas, recursos naturales (una nuez, una hoja...), objetos cotidianos... Podemos introducir todo lo que se nos ocurra ya que simple objeto, con un poco de nuestra imaginación, se puede convertir en casi cualquier cosa.
Para abrir esta caja mágica debemos de soplar suavemente. Una vez hecho esto, esta pasará por cada uno de nosotros y cogeremos un objeto al azar (si cerramos los ojos, este momento coge más misterio, ¡a los niño les encantará!).
Cuando tengamos todos un objeto...¡es hora de inventar un cuento!De esta manera uno a uno inventaremos un trocito de cuento hasta llegar a la última persona, la cual tiene un papel muy importante ya que es la encargada de ponerle punto y final a lo que será seguro una original e imaginativa historia.
Esta actividad es muy divertida para trabajarla con niños: fomenta mucho su imaginación, son cuentos que inventan ellos, así que van a sentir que participan activamente, la historia siempre va a ser diferente y va a ayudar a que se relajen y se relacionen con los demás compañeros. Estos son unos cuentos de ejemplos que se pueden trabajar, ya que hay infinidad de ellos.
Recomiendo realizar esta pequeña pero a la vez hermosa actividad, ¡los niños nunca nos dejarán de sorprendernos con su infinita imaginación!
"La imaginación es el lápiz con que el niño pinta sus mejores aventuras"
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